El melón es el fruto de la melonera, una planta anual y herbácea. Su origen no es del todo claro, se dice que es de Asia Central, de África… Lo cierto es que crece en climas cálidos, no muy húmedos y con mucha luz.

 Algunos beneficios y propiedades del melón:
– Tiene muy pocas calorías ya que se compone de 90% de agua y su contenido en azúcares es moderado.
– Aporta vitamina A, lo que nos ayuda a evitar la sequedad en las mucosas y en la piel.
– Aporta vitamina E, un poderoso antioxidante que previene el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
– Previene la gota, la artritis y nivela el colesterol alto.
– Es muy diurético y actúa como un laxante suave, por lo que elimina toxinas de nuestro cuerpo y ayuda a neutralizar la acidez. Además al eliminar esas toxinas previene manchas en la piel ya que muchas de ellas se deben a la manifestación de las toxinas que se encuentran dentro de nuestro organismo. Ayuda a conservar la piel en buen estado y tener un cabello brillante y bonito, al mismo tiempo que nos protegerá de los rayos solares permitiéndonos lucir un bronceado más bonito y seguro en estas fechas.
– Aporta fibra, potasio, magnesio, calcio, ácido fólico, zinc y vitamina C.
– Son una de las frutas frescas más ricas en sodio, pero debido a su gran aporte de potasio se contrarrestan los niveles consiguiendo que aumente la expulsión de líquidos.
– Alto contenido en beta-carotenos en las variedades de pulpa anaranjada, el cual se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesite.
– Su contenido en fibra y su sabor dulce proporcionan sensación de saciedad.- Posee cantidades bastante elevadas de vitaminas del grupo B, como la vitamina B6 (piridoxina) cuya función dentro del organismo en el aprovechamiento de los hidratos de carbono, grasas y proteínas es esencial además de regular el sistema nervioso. Una falta de esta vitamina puede producir, entre otros síntomas, nerviosismo, problemas de sueño, dificultad en el aprendizaje o problemas de debilidad muscular. También contiene vitaminas B1, B2 y B3, siendo ésta última de gran importancia ya que sin su presencia el organismo sería incapaz de producir energía, además de ayudar a mantener los niveles bajos de colesterol, reduce la hipertensión, protege el aparato digestivo y nos permite tener la piel en buen estado.

– El melón también se usa mucho en tratamientos de belleza, ya que además de todos estos beneficios internos, produce varios externos. Se usa en mascarillas, cremas y deja la piel hidratada, suave y tonificada, ayudando a prevenir las arrugas

– A pesar de lo que pueda pensar una mayoría, el melón es una de las frutas que menos azúcar tiene.

Debemos tener en cuenta que los melones no combinan bien con algunos alimentos como son las féculas y cereales, huevos, leche, mantequillas o quesos muy grasos, carnes con mucha grasa o aceites.

Es necesario comerlo bien maduro puesto que, en caso contrario, puede resultar indigesto.
El problema no es tanto la hora del día en que se toma sino los alimentos con que se combina. El melón, al estar constituido casi en un 90% por agua, se digiere muy rápidamente y esto, que en principio suena bien y es estupendo, si se toma fuera de las comidas y especialmente en ayunas, no resulta tan positivo cuando lo tomamos como postre. Esto se debe a que es una fruta que no necesita prácticamente digestión y si lo tomamos después de la comida o de la cena se mezcla con la digestión de las proteínas y de los hidratos de carbono, que habitualmente es lenta, lo que hace que el melón fermente y resulte indigesto. Por otra parte, a partir de las siete de la tarde nuestra capacidad digestiva disminuye, con lo que el proceso digestivo se hace más lento y si los alimentos que ingerimos no están combinados adecuadamente la digestión será más pesada.

-Las variedades que podemos encontrar en el mercado son:

  • – Piel de sapo: es el más consumido en España. Tiene forma ovalada, la piel puede ser lisa o ligeramente áspera y la pulpa tiene un color blanco-amarillento y crujiente.
  • – Galia: originaria de Israel aunque Almería y Murcia son zonas productoras de esta variedad. Tiene forma esférica, con la piel verde que vira al amarillo al madurar y muy escriturada. Su pulpa es blanca verdosa y poco consistente pero con un exquisito aroma. Su peso ronda los 850 y 1500 gramos.
  • – Amarillo: es ovalado, de piel lisa y carne blanca y crujiente. Su producción y consumo se ha reducido mucho en los últimos años.
  • – Cantalupo: es esférico, con piel áspera, amarilla y con vetas longitudinales. Su pulpa es de color anaranjado y un aroma muy característico. Presenta mayor contenido en betacarotenos y el principal país productor son nuestros vecinos franceses, aunque en España se cultiva en Almería y Murcia. Su peso ronda los 700-1500 gramos.
  • – Honey Dew: su corteza es amarilla, lisa y suave. La pulpa es muy jugosa, azucarada y crujiente, y presenta un color amarillo pálido. Tiene forma ovalada y suelen pesar entre 2 y 3 kilos. Se cultivan en Murcia, Cartagena, Valencia y Cuenca. Fuera de estación son importados desde diciembre hasta marzo desde Costa Rica y Brasil.
  • – Tendral: es una variedad originaria del sudeste español, de gran resistencia al transporte y excelente conservación. Se le llama también melón de invierno. Es un fruto con forma redondeada o ligeramente alargada, con corteza rugosa, gruesa, de color verde oscuro, que le hace ser muy resistente al transporte. Su peso ronda los 2-3 kilos. La pulpa es blanca, poco sabrosa y recuerda al sabor del pepino cuando el melón está verde. Aparece en el mercado en noviembre y se encuentran hasta enero. Pueden conservarse hasta dos o tres meses. Los más comercializados en nuestro país proceden de la zona de Elche.

Una vez que sabemos todos sus beneficios y variedades, ¿sabes cómo elegir un buen melón?

Para elegir un melón hay que fijarse en que no tenga manchas, cortes o golpes en la cáscara. También es importante que tenga un olor dulce y notorio, esto nos dirá que está bien maduro y si no hay que dejarlos madurar a temperatura ambiente durante unos cuantos días. Intenta escoger el más pesado, porque generalmente los de cáscara gruesa tienen mejor sabor.

¿Pero como saber si está maduro? Muy fácil, sólo hay que tomarlo entre las manos con firmeza. Si al presionar suavemente la base, el lado opuesto a la mata, cede un poco, significa que está bien maduro. Los ejemplares que están pasados pueden estar pegajosos al tocarlos. Si es posible sacudir ligeramente el melón antes de comprarlo y se oye un chapoteo, significa que está demasiado maduro y que ha comenzado a deteriorarse… así que sigue buscando.

Una vez ya en casa, guárdalo en la nevera para que dure unas dos semanas, y cuando lo hayas cortado envuélvelo con un film transparente para que su olor no sea absorbido por otros alimentos. No olvides que el melón maduro se ha de consumir lo antes posible, ya que se deteriora con mucha rapidez.

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